Editorial Este año hemos sido testigos de una epidemia del síndrome de Guillain-Barré en el Perú, el cual ha sido de mayor magnitud que el 2018, sobre el mismo hay un estudio que muestra predisposición genética a este síndrome debido al polimorfismo encontrado en pacientes afectados durante el 2018 (1) , aunque aún no ha quedado claro el factor desencadenante. Por otro lado, el 2017 ocurrieron 63 657 casos y 74 defunciones debidas a dengue durante el fenómeno del Niño (2). Las personas afectadas por ambas condiciones requirieron atención médica en los servicios de salud en sus diferentes niveles. De otro lado, también vemos una tendencia creciente de las enfermedades crónicas no transmisibles (3) , como la diabetes e hipertensión arterial, entre otros; que constituyen un serio problema de salud pública por ser una causa de morbilidad, acrecentadas por el proceso de envejecimiento de la población en nuestro país y el modo de vida poco saludable en el que nos desenvolvemos. Todos estos daños generan una mayor demanda a los servicios de salud, los cuales deben estar preparados para afrontar las crecientes enfermedades no transmisibles, y las persistentes enfermedades transmisibles. En ese contexto el presente número de la Revista Peruana de Medicina Experimental y Salud Pública (RPMESP) incluye artículos de simposio escritos por profesionales de amplia experiencia en el sector que tratan temas relacionados a la atención médica y el sistema de salud. El Dr. Oscar Ugarte aborda la gobernanza y rectoría de la calidad de servicios de salud resaltando que el cuidado de las personas y de su salud es una función primaria de la familia y de la sociedad desde épocas ancestrales y que últimamente la ley de Aseguramiento Universal en Salud del 2009 propone en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) (4) , este artículo también propone acciones que deben hacerse o fortalecerse como la modificación de nuestro marco legal incorporando el derecho de todos los ciudadanos al cuidado integral de la salud centrado en la persona, así como el lograr la cobertura sanitaria universal, incluida la protección contra los riesgos financieros, el acceso a servicios de salud esenciales de calidad y el acceso a medicamentos, así como el fortalecimiento del rol rector del Ministerio de Salud en la conducción del proceso de Seguridad Social Universal. El artículo del Dr. Cosavalente y col. (5) aborda las redes integradas de salud que el MINSA se ha propuesto para el logro de la cuádruple meta para su sistema sanitario, es decir: la mejora de la salud de la población, una mejor experiencia del usuario cuando utiliza los servicios sanitarios, un mejor uso de los recursos públicos y una mejor satisfacción laboral de los trabajadores de salud. Un componente imprescindible para una buena atención en salud son los recursos humanos para la atención de la salud (RHUS), tema que es tratado por la Dra. Fiorella Inga y col. (6) quienes plantean que existen avances en el campo del desarrollo y la gestión de los RHUS en los últimos años en Perú, que van desde la mejora en la distribución de los RHUS, el cumplimiento de metas regionales, el fortalecimiento de competencias y capacidades, hasta el establecimiento de una nueva política de RHUS. Sin embargo, la dotación de RHUS en el primer nivel de atención sigue siendo un desafío para nuestro sistema de salud y para mejorar la calidad de la atención a las poblaciones más necesitadas. No cabe duda que la salud mental es cada vez un problema que se debe afrontar con mayor énfasis y oportunidad, en ese sentido los doctores Humberto Castillo y Yuri Cutipé (7) , afirman que con las reformas que se vienen implementando, se está cambiando la forma de atender la salud mental en el Perú, involucrando a ciudadanos y comunidades en el cuidado continuo y creando mejores condiciones para el ejercicio de los derechos en salud mental. Los autores también aseguran que la reforma de los servicios de salud mental de base comunitaria en el Perú es viable y sostenible, y está en condiciones para escalar a todo el territorio nacional, sujeto al compromiso de las autoridades, el incremento progresivo de financiamiento público y las estrategias colaborativas internacionales. En el artículo del Dr. José Del Carmen Sara (8) , el autor afirma que como en todos los emprendimientos la cobertura universal de salud es un reto que debe conllevar a un acceso efectivo y oportuno a servicios de salud de calidad que alcancen a todo el sistema de salud, con una visión compartida y liderada por los responsables de su conducción y gobierno. También, explica que la implementación de la política de aseguramiento en salud, ha traído consigo importantes logros, evidenciando, sin embargo, un insuficiente efecto en el acceso oportuno y en la satisfacción de las necesidades de salud de gran parte de nuestra población, y remarca que la Superintendencia Nacional de Salud (SUSALUD) viene contribuyendo en este proceso al haber reorientado los esfuerzos destinados a sancionar incumplimientos de los actores del sistema. Sin embargo, para que lo descrito no colisione con el sistema público deben mejorarse los aspectos de los recursos humanos, la infraestructura, el equipamiento y controles de calidad en los servicios. Es oportuno remarcable la mención que hace Del Carmen Sara a uno de los acuerdos de The Lancet Global Health Commission (TLGHC) que dice: «los países sabrán que están en camino de conseguir un sistema sanitario
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Cabezas, C. (2019). Atención médica y de salud en el Perú. Revista Peruana de Medicina Experimental y Salud Pública, 36(2), 165. https://doi.org/10.17843/rpmesp.2019.362.4620
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