Agrotoxins: new and old challenges for collective health Los mecanismos de explotación de la naturaleza y de los seres humanos, y sus consecuencias para la salud y para el ambiente, son temas recurrentes y siempre actuales. Sin embargo, las cuestiones de salud pública que tienen su origen en el uso de agrotóxicos, a pesar de las evidencias de su nocivi-dad, crecen a una escala insostenible, especialmente en América Latina. La producción monopólica y exportadora de los commodities agrícolas con base en un modelo químico y biotecnológico dependien-te elevó a un nivel intolerable esa política nociva para la vida. El agronegocio se instaló en nuestros países corrompiendo las estructuras políticas, económi-cas y sociales. Brasil, por ejemplo, desde 2009 es el mayor consumidor de agrotóxicos del mundo: adquiere el 84% de los agrotóxicos vendidos a América Latina (1). Las mayores empresas productoras de estos venenos, tales como BASF, Bayer, Syngenta/AstraZeneca/Novartis, DuPont, Monsanto y Dow, se instalaron en el país gracias a una política dirigida a proteger los intereses del agronegocio y de las bancas ruralistas en el parlamento brasileño, que paradójicamente apoyan a un gobierno que había pro-puesto hacer cambios estructurales, tales como la reforma agraria, que hasta ahora no se produjeron. A través de sus empresas, EE.UU., Suiza y Alemania, en conjunto, controlan el 70% de la venta de agro-tóxicos a Brasil (1). La venta mundial de agrotóxicos (en dólares) tuvo un incremento del 53,8% desde 1990 a 2008 (1). En 1976, en plena dictadura militar, se lanzó en Brasil la Política Nacional de Defensa Agrícola, que obligaba al agricultor a utilizar parte del crédito rural para la compra compulsiva de vene-nos. Rápidamente, en menos de 40 años, se instauró la hegemonía de la producción dependiente de agrotóxicos. En la actualidad, solo los movimientos de apoyo a la agroecología y a la agricultura orgá-nica luchan por mantener el saber milenario de la producción agrícola, buscando proteger los suelos, las aguas, la biodiversidad, la cultura de las poblaciones tradicionales, con respecto a las condiciones climáticas y al mejoramiento de las semillas. Existe un verdadero estado de excepción relacionado al marco jurídico-institucional que sus-tenta las prácticas abusivas por parte del agronegocio. Si bien se han conquistado derechos y normas específicos para regular la producción y el consumo de agrotóxicos, existe una gran cantidad de enmiendas a la legislación que las tornan inoperantes, vulnerabilizando las instituciones y flexibilizan-do su uso en la práctica (2). La escala gigantesca de la producción agrícola monopólica actual se da también a costa de insumos hidroenergéticos intensivos, a través de la expansión territorial sobre áreas de preservación natural, la destrucción de la agricultura familiar y la expulsión de poblaciones campesinas. Este contex-to ha acarreado una situación nunca antes vivenciada en nuestra historia. La tecnociencia desarrollada con recursos públicos en nuestras universidades e institutos de investigación se coloca al servicio de la acumulación capitalista del agronegocio, como también lo hace AUGUSto LGS.
CITATION STYLE
Augusto, L. G. da S. (2012). Agrotóxicos: nuevos y viejos desafíos para la salud colectiva. Salud Colectiva, 8(1), 5–8. https://doi.org/10.18294/sc.2012.76
Mendeley helps you to discover research relevant for your work.