El consumo de alcohol en diferentes formas es una práctica muy extendida en el mundo y que se remonta a tiempos inmemoriales. En este contexto, hay que distinguir entre el consumo moderado, que es socialmente aceptado y no origina problemas de salud u otras consecuencias indeseables, y el consumo en exceso, que constituye un problema social de grandes proporciones a nivel mundial, con efectos devastadores sobre las condiciones de vida y de salud de los individuos y de grupos importantes de población. La mayoría de los países y diferentes organismos internacionales han tomado medidas para prevenir el consumo excesivo de bebidas alcohólicas y sus efectos, las que se traducen en leyes y diferentes normativas que están en permanente revisión. Nuestro país es uno de ellos, donde actualmente se debate sobre el perfeccionamiento de la legislación existente. SITUACIÓN MUNDIAL La OMS estima que a nivel mundial, alrededor de 2 billones de personas consumen bebidas alcohólicas y 76,3 millones sufren trastornos relacionados con el consumo de alcohol. En términos globales, existe una relación causal entre consumo de alcohol y más de 60 tipos de enfermedades y traumatismos. Según la OMS, el alcohol causó el año 2002 1,8 millones de muertes-3,2% del total-y la pérdida de 58,3 millones, 4% del total, de los DALY (Disability Adjusted Life Year) (OMS, 2002). Los accidentes y traumatismos no intencionales fueron responsables de un tercio de esas muertes y las afecciones neurosiquiátricas del 40% de los 58,3 millones de DALY. Teniendo en cuenta la gravedad del problema, la OMS, a partir de 1996, ha desarrollado a nivel mundial una Base Global de Datos con el propósito de proveer información estandarizada sobre la evolución de la situación y de los problemas relacionados con el consumo de alcohol. El más reciente corresponde al Informe sobre la salud en el mundo, año 2004.. Según este informe, el consumo de alcohol puro en Chile era de 6,02 litros per cápita, mayor que en Brasil y Colombia e inferior a Argentina, donde alcanzaba a 8,55 litros per cápita. Por su parte, en Alemania, Francia y Hungría éste oscilaba entre los 12 y 14 litros. Finalmente, los Estados Miembros de OMS han aprobado varias resoluciones llamando a implementar estrategias y programas eficaces para reducir las consecuencias sanitarias y sociales del uso nocivo de alcohol, al igual que han hecho notar la imperiosa necesidad de promover la movilización y la participación activa de todos los grupos sociales y económicos interesados a nivel nacional.
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Solimano, G. (2010). Consumo de alcohol y efectos sobre la salud. Revista Chilena de Salud Pública, 10(3). https://doi.org/10.5354/0717-3652.2006.2546
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