Existe una notable diferencia entre la batalla propiamente dicha y las acciones militares que la preceden y la siguen. El nivel táctico se organiza para ganar los combates y batallas y tiene unas características propias que le diferencian claramente, al menos desde el punto de vista teórico, de los niveles estratégico y operativo. A nivel táctico, la producción de inteligencia sigue el mismo patrón que en los niveles estratégico y operativo, pero adaptándose el ciclo a la medida del escalón. Sus principales características son la urgencia y la limitación de medios que hacen que, muchas veces, se trabaje con la información bruta o semielaborada. Su ventaja es el contacto directo con la situación. En los conflictos asimétricos, la Inteligencia Táctica seguirá contando con su gran ventaja, el “contacto” con la realidad, y también con su gran inconveniente, la falta de tiempo. A lo que hay que añadir el impacto de las nuevas tecnologías en la Inteligencia Táctica y sus posibles consecuencias negativas: el coste de los sistemas, la fragilidad de los mismos, la sobreinformación resultante y los daños a la cadena de mando. La sobreinformación puede producir indecisión, errores de interpretación e incluso abrir el camino a la indisciplina en la cadena de mando en sistemas NEC.
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Sainz de la Peña, J. A. (2012). Inteligencia táctica. UNISCI Discussion Papers, 0(28). https://doi.org/10.5209/rev_unis.2012.n28.38473
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