M.a lOSE ESCORIHUELA y OLGA FEUNANDEZ-PEÑA (T) lETcc PROTECCIÓN -1 La durabilidad del hormigón, tal y como la define el Prof. Oldrich Valenta, "es el con-junto de cualidades del hormigón que le permiten poseer al final de su vida prevista útil, un coeficiente de seguridad aceptable". Un buen hormigón es resistente en muchos medios a los que está expuesto; por lo tan-to, la primera regla de protección que hay que observar, es el asegurarse la ejecución de un hormigón de calidad: — Calidad de su composición, tanto desde el punto de vista de la granulometría de sus áridos como el de su contenido en cemento, que debe de ser lo bastante rico; el conte-nido de agua, que debe de limitarse estrictamente a asegurar la impermeabilidad y la compacidad del hormigón y, finalmente, calidad en cuanto a su compactación y cura-do, cuyo cuidado es muy primordial. Hay que tener en cuenta que si el hormigón no es de buena calidad o no se ha ejecuta-do adecuadamente, su resistencia potencial a los distintos medios agresivos se reduce considerablemente. Para que una buena capa protectora sea efectiva, debe de estar intac-ta. Si el hormigón no está bien hecho, las capas protectoras se agrietan o parten, cuando las grietas del hormigón, sobre el que están aplicadas, originan tensiones. A veces, hay casos en los que el hormigón necesita una protección adicional contra el ataque producido por distintos agentes agresivos.; Esta protección sólo se le puede dar conociendo o previendo el agente causante del daño, así como el grado del daño que se pueda producir. La degradación del hormigón puede estar provocada por una serie de factores que influ-yen sobre la durabilidad. En el cuadro 1 damos la clasificación de los agresivos y sus efectos, de O. Valenta. De todo lo expuesto, se deduce que es importante conocer la naturaleza del ambiente en el que se va a emplazar la obra y, muchas veces, es necesario hacer estudios previos adicionales, tales como prospecciones geofísicas (sobre todo en obras de ingeniería de cier-ta envergadura), que permitan conocer qué clase de terreno es, en el que se va a realizar la obra y qué problemas de durabilidad pueden plantearse, pudiendo así prever, qué tipo de protección debe aplicarse; es decir, si sólo basta una buena protección adicional, o es necesario hacer el hormigón con cementos especiales. Estos ambientes, sus efectos y las distintas protecciones que se pueden aplicar, va a ser nuestro tema de Protección. Conferencia pronunciada por O. F.-Peña, en el curso, CEMCO-76.
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Escorihuela, M. J., & Fernández-Peña, O. (1976). Durabilidad del hormigón. Materiales de Construcción, 26(161), 65–81. https://doi.org/10.3989/mc.1976.v26.i161.1247
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