MUJER Y CANON LITERARIO Las discusiones sobre el género han teñido los últimos cincuenta años 1 y es obvio que los estudios sobre mujer están intrínsecamente relacionados con los conceptos de «minoría», «marginalidad» y «multiculturalidad» que, con sal-vedades, van aparejados al género. Como es bien sabido, ya en los setenta las Naciones Unidas proclamaron el Año Internacional de la Mujer (1972) y la Década de la Mujer (1975-1985) y, a partir de entonces, se sucedieron las conferencias mundiales para abordar la marginación femenina a todos los niveles. El asunto, sobradamente aireado por los medios de comunicación, es un simple marco que escapa a las pretensiones de mi trabajo, más interesado en el influjo que los estudios de género han tenido en el desarrollo de la literatura hispanoame-ricana en los últimos tiempos. Ciñéndome al campo literario, la irrupción de Woman Studies, Seminarios e Institutos sobre la Mujer ha sido un fenómeno característico de las tres últimas décadas, paralelo a la explosión de los diversos feminismos que, en realidad, venían de atrás y fueron cambiando de enfoque 2 . Podrían señalarse como testigos impertérritos de la evolución y modos del fe-minismo en literatura PMLA, Diacritics, Tel Quel, New Literary History o Critical Enquiry, por citar los más internacionales. Poner orden en esta maraña es para mí casi imposible en las pocas páginas de un artículo. Por eso, utilizaré las voces de otras, por ejemplo Elaine Showal-ter, quien realiza una primera demarcación, básica pero necesaria al neófito: «Existen dos modalidades definidas de crítica feminista, y fusionarlas (...) condu-ce a una perplejidad permanente ante sus potencialidades teóricas. La primera moda-lidad es ideológica; se ocupa de la feminista como lectora, y ofrece lecturas feministas
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Caballero Wangüemert, M. (2003). Género y literatura hispanoamericana. Feminismo/s, (1), 103–116. https://doi.org/10.14198/fem.2003.1.08
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