La Gestión del Conocimiento es un nuevo paradigma organizacional que las empresas actuales tienen que considerar no solamente para ser más competitivas en los mercados locales o internacionales, sino para sobrevivir creando nuevos productos y servicios. El conocimiento es un constructo mental que cae en lo abstracto y, por lo tanto, no se puede gestionar; lo que realmente se gestionan son los activos del conocimiento. Existen varios tipos de conocimiento como por ejemplo al conocimiento tácito, el conocimiento implícito y el conocimiento explicito; la pregunta es ¿cuál de estos conocimientos se va a gestionar? Consideramos que se deben gestionar los conocimientos que tienen un nivel de veracidad, que tienen posibilidad de aplicación práctica y aquellos que son nuevos porque, debido a que no existen en ninguna otra parte, se convierten en algo que puede constituir en un invento o un descubrimiento que contribuya a satisfacer una necesidad o un deseo, a mejorar la calidad de vida de los seres vivos, o a enriquecer un campo teórico científico; al mismo tiempo es un conocimiento que se puede convertir en un producto o servicio. El conocimiento es propio de las personas y no de las organizaciones que son entelequias jurídicas que no piensan. El conocimiento implícitamente es personal pero también puede ser colectivo o grupal; cuando tiene esta característica es participativo, es decir, es producto de una discusión o debate y es este producto el que tiene que difundirse en las organizaciones para lograr su aceptación y comprensión. La innovación de los productos también constituye un nuevo conocimiento. Los productos o servicios no siempre tienen las mismas características o bondades, ya que éstas pueden cambiar en la forma o en el fondo, pero con la condición de que el usuario o cliente sienta complacencia y satisfacción con esta modificación. Debemos tener amor al conocimiento porque lo importante no es solamente poseerlo sino aspirar a conocer más; recordemos que los conocimientos profundos colindan con la sabiduría. El conocimiento sirve para entender mejor, para comprender e interpretar lo que nos rodea externamente y también lo que nos llena internamente. Nos permite analizar el entorno empresarial con todos sus factores y el mundo interno de la organización. La gestión del conocimiento comprende objetos de difícil análisis como la persona, su mente, su voluntad de participación social. El talento personal es la capacidad particular de un individuo para alcanzar resultados en una determinada empresa asumiendo un compromiso y una acción en ciertas circunstancias. Las organizaciones deben desarrollar programas continuos de capacitación y desarrollo de los empleados; sino se implementan estos programas no se puede llegar a conocer la excelencia de un gran cuerpo de conocimientos, aunque esté entre nosotros. Recibir nuevos conocimientos es estimulante, motivacional e indispensable para un hombre de negocios.
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Puell Palacios, J. (2008). LA GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO COMO DISCIPLINA EMPRESARIAL. Gestión En El Tercer Milenio, 11(21), 29–34. https://doi.org/10.15381/gtm.v11i21.9019
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