La historia de la esclavitud en la Península Ibérica ha despertado un gran interés e inspirado un gran número de publicaciones en las últimas décadas. La esclavitud fue una constante a lo largo de los periodos antiguo y medieval, hasta nuestros días. Sin embargo, al mismo tiempo, era escasa en número y sus porcentajes reducidos respecto al número total de la población. En la mayor parte de los periodos, los esclavos suponían menos de un 5% de la población total, aunque en algunas ciudades era a veces superior, llegando a suponer hasta un 25%. El origen de los esclavos podía variar, desde los hijos de madres esclavas, a los cautivos de guerra que no habían conseguido rescatarse, o esclavos importados a la Península Ibérica por mercaderes. Este último grupo varió en su composición a lo largo del tiempo, e incluía esclavos europeos, del Próximo Oriente, del Magreb y de África Subsahariana. A partir del siglo XVI y hasta el XVIII, aparecen también en la documentación unos cuantos esclavos americanos y asiáticos. Hasta la fecha, los estudios se han basado en aquellos documentos de venta que proporcionaban información sobre los esclavos. Más recientemente, la documentación procedente de casos legales, cofradías religiosas y por los propios esclavos han cobrado importancia. Las nuevas tendencias dentro de los estudios sobre la esclavitud investigan las relaciones entre raza —concepto definido y analizado de muy distintas formas— y esclavitud, y el creciente reconocimiento del enorme peso de la esclavitud femenina. Las historias de estas mujeres y de sus hijos, que crecieron como esclavos, se convertirán probablemente en uno de los temas clave de estos nuevos enfoques.The history of slavery in the Península Ibérican Peninsula has generated great interest and many publications over the last several decades. Slavery was a constant presence from ancient through medieval to early modern times. At the same time, though, it was relatively low in numbers and low in percentages of the population. In most periods, slaves comprised less than 5 percent of the total population, though there were certain towns where at times it was higher, occasionally reaching 25 percent. Sources of slaves included children born to slave mothers, unredeemed war captives, and enslaved people brought to Península Ibérica by slave traders. The latter group varied in its composition over time and encompassed slaves brought from elsewhere in Europe, the Middle East, North Africa, and sub-Saharan Africa. From the sixteenth to the eighteenth century, a few American and Asian slaves appeared in the sales documents. Studies to date have mainly relied on those sale documents for information about the slaves. More recently, the documents produced in legal cases, by religious brotherhoods, and by slaves themselves have become more prominent. The emerging directions in studies of slavery are investigations of the relations between race (a concept variously defined and analyzed) and slavery and an increasing recognition that women made up the majority of the slaves. The stories of those women and their children who grew up as slaves will likely become increasingly important in the study of slavery’s history.
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Phillips, W. D. (Jr. ). (2010). La historia de la esclavitud y la historia medieval de la Península Ibérica. Espacio Tiempo y Forma. Serie III, Historia Medieval, (23). https://doi.org/10.5944/etfiii.23.2010.1659
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