Es indudable que el acceso vascular no sólo es uno de los elementos clave para poder llevar a cabo el tratamiento sustitutivo renal con hemodiálisis sino que representa una de las principales causas de morbilidad, hospitalización y coste en los enfermos tratados con esta técnica. La fístula arteriovenosa sigue siendo el acceso vascular de elección. El hecho de que el paciente acuda al menos tres veces por semana para el tratamiento, convierte a la técnica de punción de la fístula en uno de los factores más relevantes que influyen en su supervivencia y, por tanto, en la calidad de vida del paciente1,2. Los problemas relacionados con la técnica incluyen un gran abanico de contratiempos (canalización dificultosa, presiones venosas elevadas, elevada recirculación, bajo flujo, presencia y aspiración de coágulos, hemostasia prolongada, etc.) siendo el dolor un evento muy prevalente3. A pesar de que son muchos los estudios de calidad de vida relacionada con la salud que analizan el dolor del paciente en hemodiálisis, en pocas ocasiones se hace referencia al acceso vascular como variable independiente y, los que lo hacen, únicamente hacen referencia al dolor crónico o al momento de la punción4. Sin embargo, uno de los eventos que mayor ansiedad y disconfort genera al paciente es el dolor producido durante la sesión relacionado con la posición de las agujas de punción. Por tanto, el objetivo de este estudio es presentar un caso donde se describe el uso de los ultrasonidos para el manejo del dolor de la fistula arteriovenosa
CITATION STYLE
López González, A., Fernández Rivera, C., Díaz Rodríguez, L., & Ornosa Agra, M. del C. (2015). Uso de la ecografía como apoyo de la técnica de redireccionamiento de la aguja en el dolor de la fistula arteriovenosa durante la hemodiálisis. Enfermería Nefrológica, 18(1), 58–60. https://doi.org/10.4321/s2254-28842015000100009
Mendeley helps you to discover research relevant for your work.