El artículo analiza la importancia de saber narrar la ciencia de manera idónea y brinda algunos lineamientos para hacerlo. En un siglo invadido por la tecnología, donde el universo se encuentra al alcance de la mano con solamente un clic en Google o en cualquier otro buscador, pareciera como si cada vez más nos alejáramos de la necesidad de producir conocimiento nuevo, de pensar, repensar y de las técnicas de escribir esos pensamientos en un texto agradable de ser leído. Afortunadamente, hay excepciones frente a la era de copiar y pegar, y todavía se encuentran personas que logran escribir hermosamente, reflejando incluso en sus narraciones los hallazgos de su ciencia. En Colombia, ha comenzado la cultura de la investigación y de los cursos de tercer nivel; la que, vale aclarar, lleva siglos en otros países1. Este auge de investigación ha traído consigo la inmensa necesidad de escribir; no hay institución universitaria ni docente que se respete que no haga o deba hacer investigación y, a su vez, convertirse en multiplicador con los estudiantes, de la necesidad de escribir, investigar y de hacerlo apropiadamente. Allí es cuando el tema de la narrativa y la ciencia toma la mayor relevancia. Escribir, por paradójico que parezca, tiene su ciencia. ¿Cómo debe entonces narrarse la ciencia? ¿Es realmente fácil escribir? ¿Hay secretos? ¿Cuál debe ser la estructura de un texto científico? Esto es lo que se investiga y presenta en este artículo, que pretende ser un punto de partida más que de llegada al apasionante mundo de la narrativa y la ciencia.
CITATION STYLE
Guerra García, Y. (2012). Narrativa y ciencia. La importancia de las palabras en la investigación. Hallazgos, 9(17). https://doi.org/10.15332/s1794-3841.2012.0017.04
Mendeley helps you to discover research relevant for your work.