Los tumores benignos representan menos del 1% de los tumores esofágicos diagnosticados. En la práctica, se distinguen los tumores submucosos de desarrollo intraparietal, de los tumores mucosos, cuyo desarrollo es sobre todo intraluminal. La histopatología del primer grupo está dominada por el leiomioma, el pólipo fibrovascular, el tumor de células granulosas o el quiste de origen embrionario. Las lesiones del segundo grupo están representadas por el papiloma, el adenoma o el pólipo inflamatorio esofagogástrico. Ante una sintomatología inespecífica o ausente, se deben realizar pruebas complementarias mediante tránsito baritado esofagogástrico, endoscopia, ecoendoscopia y exploración mediante tomografía computarizada o resonancia magnética. En ocasiones, el diagnóstico preciso sólo se realiza en la pieza quirúrgica. La estrategia terapéutica suele consistir en una cirugía endoscópica videoasistida, pero la toracotomía o la cervicotomía siguen siendo una metodología de referencia para las lesiones más voluminosas. El otorrinolaringólogo debe conocer las principales características de estas lesiones, pues en ocasiones es el responsable de su tratamiento.
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Ivanov, H. … Vachev, T. (2015). Blood-Based Gene Expression in children with Autism spectrum disorder. BioDiscovery, (17), 2. https://doi.org/10.7750/biodiscovery.2015.17.2
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