LEONARDO LEÓN, Araucanía: La Violencia Mestiza y el Mito de la Pacificación, 1880-1900

Abstract

Hipoitesis Durante las últimas décadas del siglo XIX se combianron la debilidad del estado chileno, le colapso del gobiernocacical y la irrupción de los interéses privados para hacer de la araucanía un territorio sacudido por una profunda crisis social que, más en más de una ocasión, se convirtió en una verdadera guerra étnica. (12p) La figura del "afuerino", el chileno que entro al bandidaje. La población, según Guevara, de 115.362 hab en 1875 a 266.209, 10 anhos después, 1895 *3, 324.239 Los sujetos de la frontera fueron sujetos autonomos, independientes, inclinados a la vida transhumante. "hombres sin linaje que habitanron las tierras de nadie" 30p. La definición misma de mestizo es muy compleja, sujetos que deambulan de una a otra identidad según sus intereses. Violencia interétnica. mapuches desprotegidos legalmente, los mestizos se aprovecharon de la disolución de las estrcutras tradicionales de control y liderazgo. Los mestizos fronterizos eran fruto humano de una mezcla de mapuche con chileno, que sintetizaba la unión de dos culturas y que, por su mera presencia, daba origen a un nuevo universo cultural; no eran chilenos pobres, que de inquilinos se transformaron en la plebe miserable que pululaba por los arrabales, sino los hijos ilégitimos que de una relación interétnica que nadie pretendio apadrinar. 41 sobre las condiciones que acrecentaron el desarrollo de este segmento: A fines del siglo XIX una nueva serie de factores contextualizaron su accionar delictual: la inusitasda violencia que acompanho la ocupación militar chilena, la debilidad del aparato policial, la corrupción generalizada que prevaleció en la sociedad civil, la pobreza manifesta del bajo pueblo, el desmantelamiento de la autoridad de los lonkosy, por sobre todo, la evolución histórica de una tradición infractoraque pudo haber comenzado en la picardía pero que termino en la irracionalidad. Los mapuches, una población de no más de 100 mil habitantes en total, comenzaron a actuar como forasteros en sus propias tierras. para ellos, el saldo de la ocupación chilena era magro. El paisaje abierto, que otroro albergó sus rucas, chacras, corrales, campos de labranza y pastoreo, había sido reemplazado por una geografía dibujada por alambradas, caminos y cercos que subdividíanla campanha casi hasta el infinito; el bosque, la selva, los rios, dejaron de ser rpopiedad común para convertirse en bastionesprovados de los huincas que, individualmente o en colonias. tomaban posesiónde las tierras fértiles. Situados entre dos fuegos, el del ejército y el de los bandoleros mestizos, a los mapuches les tocó la peor parte de la ola de violnecia que marcó la transición.