Actualmente está totalmente aceptado que el sis-tema nervioso central (SNC) está suficientemente desarrollado para procesar la sensación nocicepti-va desde antes del nacimiento. Además de ser una experiencia psicológicamente negativa y provocar respuestas fisiológicas adversas que pueden au-mentar la morbimortalidad, la exposición al dolor ha demostrado modular respuestas aumentadas al dolor en etapas posteriores de la vida. Esta me-moria temprana del dolor puede condicionar el miedo y rechazo de la atención médica en la vida adulta. Los niños y adolescentes experimentan una gran variedad de condiciones dolorosas agudas y cróni-cas asociadas con enfermedades infantiles comu-nes y/o accidentes. Además, el dolor se puede pro-vocar por un gran número de procedimientos médicos diagnósticos y terapéuticos habituales en la práctica diaria (por ejemplo, vacunaciones, ex-tracción de analíticas…). En 2001, la Academia Americana de Pediatría y la Sociedad Americana del Dolor, establecieron un comunicado conjunto recomendando que el dolor sea reconocido y tratado de forma intensiva en ni-ños. Sin embargo, a pesar de los adelantos en el conocimiento de la fisiología del dolor y sobre la seguridad y efectividad de los medicamentos dis-ponibles, ese conocimiento no se ha trasladado de manera generalizada ni efectiva a la práctica clíni-ca diaria y el manejo inadecuado del dolor conti-núa siendo un problema. Hay una serie de barreras que pueden llevar al in-fratratamiento del dolor en niños, que incluyen la dificultad de evaluar el dolor en los pacientes pe-diátricos, la creencia de que el tratamiento del do-lor puede enmascarar síntomas, la falta de manejo de algunos grupos de analgésicos y el miedo a sus efectos adversos, y la falta de tiempo para realizar el proceso. El dolor es más que la simple transmisión fisiológi-ca de estímulos nociceptivos desde el lugar de le-sión hasta el SNC, es una sensación compleja que se integra y se le da valor en centros cerebrales cog-nitivos. Así, se le da valor subjetivo según la edad, genética, cultura, experiencias previas, influencias educacionales y estado psicológico. VALORACIÓN DEL DOLOR Se recomienda la valoración y el registro del dolor para remarcar la importancia del dolor en el proce-so médico y dirigir la atención al tratamiento de este, incluso antes de aproximarnos al diagnósti-Cómo citar este artículo: Bárcena Fernández E. Manejo del dolor pediátrico en el centro de salud. Rev Pediatr Aten Primaria Supl. 2014;(23):37-43.
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Bárcena Fernández, E. (2014). Manejo del dolor pediátrico en el centro de salud. Pediatría Atención Primaria, 16, 37–43. https://doi.org/10.4321/s1139-76322014000200005
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