Morder y asir son los principales mecanismos utilizados por los reptiles para capturar a sus presas. Son tan simples, que sólo requieren que el animal coloque su cabeza cerca del alimento. La aproximación puede realizarse con un rápido movimiento de la cabeza y del cuello, o al desplazar todo el cuerpo. Algunas especies complementan estos métodos con colmillos y glándulas de veneno, como los helodermátidos (escorpión y monstruo de Gila), los eláfidos (coralillo, serpiente marina, etc.) y los vipéridos (cascabel, zolcuate, etc.); o con dientes agudos, como en los crocodílidos.
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Germán Cupul-Magaña, F., Rubio-Delgado, A., & Reyes-Juárez, A. (2005). La mordida del cocodrilo americano (Crocodylus acutus), ¿es potencialmente séptica? REVISTA BIOMÉDICA, 16(1), 65–68. https://doi.org/10.32776/revbiomed.v16i1.531
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