Desde el primer d�a en un centro penitenciario la persona privada de libertad se expone y expone al resto de la poblaci�n del centro a varios tipos de enfermedades transmisibles, muchas de ellas prevenibles a trav�s de la vacunaci�n. El riesgo de adquirir estas enfermedades durante el periodo de reclusi�n probablemente supera al riesgo que existe fuera del centro penitenciario. Este exceso de riesgo puede explicarse tanto por factores estructurales y log�sticos, como por el comportamiento habitual o adquirido durante el periodo de reclusi�n. El centro penitenciario es para gran parte de los reclusos una gran oportunidad de acceso al sistema sanitario, por lo tanto, una ocasi�n ideal para actualizar el calendario vacunaci�n del adulto. La concepci�n tradicional de que los centros penitenciarios �nicamente est�n orientados a garantizar la seguridad p�blica deber�a complementarse con el aporte que pueden ofrecer activamente al aspecto sanitario al resto de la poblaci�n, una manera m�s de enfocar la seguridad p�blica(AU)^ies
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Sequera, V. G., & Bayas, J. M. (2012). Vacunación en población encarcelada: Una revisión. Revista Española de Sanidad Penitenciaria, 14(3), 99–105. https://doi.org/10.4321/s1575-06202012000300005
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