" . .. Los problemas materiales del mundo pueden ser resu el-tos por la ciencia, y los factores que inhiben un desarrollo racional son poi íticos, socia les y psicológicos, y no técnicos en el sentido material. Se acostumbraba decir que la polf-tica es el arte de in t en tar sólo lo que es posible; ahora, des-de que casi todas las cosas son físicamente posibles, la poH-t ica es cad a vez más el arte de encontrar ex plicaciones de por qué no se hacen " (The Science of Science, Londres, 1966,p. 10). El atraso relativo de América Latina respecto de los países desa-rrollad?s, en todo lo que se refiere a investigación científica y tecnologica, es demasiado conocido para que sea necesario des-cribirlo en detalle. Es necesario destacar, sin embargo, que la jiferencia en cantidad y calidad de la producción científica no es más que un aspecto de la brecha que separa a nuestros países de los más desarrollados en este terreno. En los países adelan-tados la mayor pa~e de la investigación científica y tecnolÓgica se realiza en relacion con temas que directa o indirectamente están. conectados con sus problemas de desarrollo. El progreso cient1fico se refleja en forma inmediata y espontánea en el fun-cionamiento de sus fábricas, en su tecnología agrícola, en su infrae5tructura y, en general, en el constante incremento de la producción. En América Latina, por el contrario, la mayor parte de la investigación cientÍfica que se efectúa guarda muy poca relación con las necesidades más apremiantes de la región. Para demos-trarlo basta hacer una breve reseña de la situación en un campo que es todavía vital para la economía de prácticamente todos los países del área; el de los recursos naturales. En el caso de los recursos mine,rales, es bien sabido que el mapa geológico general de un pa1s constituye la base indispensable para cual -quier plan regional de evaluación y prospección minera. Con algunas limi,taciones, se puede decir que el conocimiento que tiene un pa1s de su potencialidad en recursos minerales es pro-porcional al conocimiento que posee sobre sus condiciones geológicas. En América Latina se puede estimar que menos del 5% del área total ha sido mapeado geológicamente en las escalas apropiadas1 Como contraste, conviene recordar que Canadá, con una superficie de casi 10 000 000 km2, ha mapeado el 75% de su territorio en esas escalas. En lo que se refiere al inventario y evaluación, ninguno de los países de la región posee un inven-tario físico adecuado de sus recursos minerales conocidos, es decir, un inventario con información actualizada y completa sobre el tipo, calidad y características geolÓgicas de las reservas de cada uno de los productos minerales de interés económico. Estas deficiencias de información se refieren a los recursos
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Herrera, A. O. (2012). La ciencia en el desarrollo de América Latina. Estudios Internacionales, 2(1). https://doi.org/10.5354/0719-3769.1968.19215
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