Hay evidencia de que para las mujeres que experimentan VDP, las terapias psicológicas probablemente reducen la depresión y pueden reducir la ansiedad. Sin embargo, no se sabe con certeza si las terapias psicológicas mejoran otros resultados (autoefica-cia, trastorno de estrés postraumático, reexposición a la VDP, pla-nificación de la seguridad) y hay datos limitados sobre los efectos perjudiciales. Por lo tanto, si bien las terapias psicológicas proba-blemente mejoran la salud emocional, no está claro si este enfo-que aborda las necesidades continuas de las mujeres en materia de seguridad, apoyo y curación holística de los traumas comple-jos. Se necesitan más intervenciones centradas en enfoques de trauma y ensayos más rigurosos (con resultados consistentes en puntos temporales de seguimiento similares), ya que no se pudo sintetizar gran parte de la investigación. Fuentes de financiamiento/Conflicto de interés de los autores: Uni-versidad de Melbourne y Australian General Practice Training, Australia, proporcionaron financiamiento a uno de los autores de la revisión. El autor principal declaró no tener conflictos de interés. Otros autores de la revisión declararon haber participado en algunos de los ensayos incluidos, lo que podría representar mayor conocimiento sobre esos estudios; se minimizó este inconveniente evitando que los investigadores extrajeran datos o valo-raran el riesgo de sesgo de los trabajos en los que estuvieron involucrados. Comentario El impacto en la salud integral de las personas víctimas de violencia por razones de género 2 es tan amplio como las diversas modalidades en las que se expresa. Conceptualizar ese impacto sobre el proceso salud/enfermedad/atención implica poder entender a este tipo de violencia como un factor de riesgo o vulnerabilidad 3. El abordaje requiere de dispositivos interdiscipli-narios e intersectoriales 4 que contemplen los determinantes sociales de la salud y puedan escapar de la lógica patologizante. La violencia de género (VDG) tiene una lógica compleja, rara vez tiene una única etiología y sus sobrevivientes no necesaria-mente padecen una patología instalada. Lejos de la medicalización, la intervención efectiva requiere comprender sus mitos fundantes, funcionamiento y condicionantes, incorporando una perspectiva de género y Derechos Humanos. La elección del enfoque de intervención debería poder considerar a la persona como alguien que se encuentra atravesando consecuencias subjetivas esperables de la vulneración de sus derechos más básicos, evitando la patologización, la revictimización y la iatrogenia. Esta revisión Cochrane considera el abandono del tratamiento como un efecto adverso. Sin embargo la VDG se presenta con una modalidad cíclica que comprende diferentes etapas (crisis, arrepentimiento y acumulación de tensión) 5. La ruta crítica que deben iniciar las personas para salir de esta situación se caracteriza por múltiples avances y retrocesos íntimamente relacionados con este ciclo. El tratamiento integral debe contemplar estas particularidades para no leer erróneamente los retrocesos o abandonos de tratamiento como un efecto adverso, sino como insertos en una lógica de subordinación mucho más amplia que impide la toma de decisiones desvinculadas de la misma. El artículo señala que las terapias psicológicas fueron administradas por diferentes actores (trabajadores sociales, enferme-ras, psicólogos, trabajadores sanitarios de la comunidad, médicos de familia, investigadores). Resulta importante diferenciar el tratamiento psicológico llevado adelante por profesionales de la salud matriculados, de los acompañamientos a víctimas de violencia de género que podrían realizar otras personas. Si bien se encontró evidencia de que algunas terapias psicológicas probablemente reducen la depresión y pueden reducir los síntomas de ansiedad, no han demostrado su efectividad en otras sintomatologías o trastornos asociados a la exposición a la violencia. Sería recomendable incluir en futuras investigaciones, trabajos que evalúen los resultados de intervenciones interdisciplinarias en violencia de género. Conclusiones de las comentadoras Consideramos fundamental pensar la VDG como un ciclo dinámico, donde los avances y retrocesos son esperables en el proceso de acompañamiento a una persona que intenta salir de esa situación de vulnerabilidad. Interpretar el abandono del tratamiento como un efecto adverso podría ser incorrecto en este contexto. Resultan necesarios más estudios que contemplen la complejidad del abordaje de esta problemática. Sería deseable para futuras investigaciones la incorporación de un enfoque centrado en la interdisciplina, que incorpore la perspectiva de género y derechos humanos, como elementos necesarios para evaluar los efectos de las intervenciones.
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García Bianchi, X., Goldman, A. B., Carballeira, I., Elberling, M., & Guerra, C. (2020). Las terapias psicológicas podrían reducir la depresión y ansiedad en las mujeres víctimas de violencia de pareja. Evidencia, Actualizacion En La Práctica Ambulatoria, 23(4), e002095. https://doi.org/10.51987/evidencia.v23i4.6888
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