RESUMEN La alta incidencia de metástasis óseas secundarias a carcinomas y la grave repercusión funcional que pro-vocan, son motivos de constante estudio y avance en los métodos de evaluación, diagnóstico y tratamiento. El dolor es el síntoma más frecuente de presentación, aunque a veces el comienzo es una fractura patológica. Las pruebas clásicas de detección y valoración de extensión en la enfermedad metastásica, la radiología simple y la gammagrafía, se complementan en la actua-lidad con otras como la tomografía computarizada (TC) y la resonancia magnética (RM), mejorando la información sobre las características de la lesión tanto dentro como fuera del hueso. Por otra parte la tomo-grafía por emisión de positrones (PET) está mostrando una sensibilidad muy superior a la gammagrafía y se perfila como la prueba de futuro para la detección pre-coz de metástasis y de tumores primarios de curso silente. Las posibilidades de tratamiento de las metástasis óseas se basan en el empleo de los regeneradores óseos, la radioterapia y la cirugía. Los dos primeros tie-nen su indicación en las lesiones ya detectadas en la radiología, sintomáticas o no, si no existe riesgo previ-sible de fractura. La cirugía tiene su indicación en situaciones de pobre o nula respuesta a estos trata-mientos, cuando el riesgo de fractura es alto o ya se ha producido una fractura patológica. Antes de cualquier planificación terapéutica se debe realizar una valoración minuciosa del paciente, tanto a nivel local (tamaño, localización, extensión de la metástasis) como general (tipo de tumor primario, fase de tratamiento y respuesta, supervivencia estima-da). Palabras clave. Cáncer. Metástasis óseas. Diag-nóstico y tratamiento. ABSTRACT The high incidence of bone metastasis secondary to carcinomas and its serious functional repercussion are motives for constant study and advance in the methods of evaluation, diagnosis and treatment. Pain is the most frequently shown symptom, although at times the start is a pathological fracture. The classic tests of detection and evaluation of the spread of the metastatic disease, simple radiology and gammagraphy, are today complemented by others such as computerised tomography (CT) and magnetic resonance (MR), improving the information on the characteristics of the lesion both inside and outside the bone. On the other hand, positron emission tomography (PET) is showing a far higher sensitivity than gammagraphy and will probably be the test of the future for the early detection of metastasis and of silent primary tumours. The possibilities of treatment of bone metastasis are based on the use of bone regenerators, radiotherapy and surgery. The former two are indicated in lesions already detected in radiography, whether symptomatic or not, if there is no foreseeable risk of fracture. Surgery is indicated in situations of poor or null response to those treatments, when the risk of fracture is high or a pathological fracture has been produced. Before any therapeutic planning, a detailed evaluation of the patient must be carried out, both at a local level (size, site, extension of the metastasis) and general (type of primary tumour, phase of treatment and response, estimated survival).
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Garbayo, A. J., Villafranca, E., Blas, A. de, Tejero, A., Eslava, E., Manterola, A., … Martínez, M. (2004). Enfermedad metastásica ósea: Diagnóstico y tratamiento. Anales Del Sistema Sanitario de Navarra, 27. https://doi.org/10.4321/s1137-66272004000600014
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