En torno a la dictadura franquista se desarrollaron diversas culturas políticas, para legitimarla y darle sustento ideológico o para intentar derrocarla. De ellas, las dos fundamentales fueron la católica y la comunista, pues, por un lado, el falangismo fue muy dependiente en sus planteamientos teóricos del catolicismo, mientras que, por el otro, el comunismo se erigió en el eje fundamental de la resistencia antifranquista. Se trata de dos culturas políticas que partían de posiciones antagónicas, pero que se transformaron con el tiempo e incorporaron nuevas categorías discursivas y novedosas formas de actuación. La evolución en el comunismo hacia posiciones moderadas por una decidida voluntad de consenso con las fuerzas de la oposición y sobre todo la profun-da revisión del discurso católico con el Concilio Vaticano II hicieron posible la aproximación e incluso la colaboración en la lucha antifranquista entre comunistas y grupos cristianos de base. Estas culturas políticas renovadas contribuyeron además a democratizar la sociedad, demostrando que existía una pluralidad de propuestas y promoviendo una mayor movilización de ciu-dadanas y ciudadanos 1. No puede negarse que existieron tensiones entre estos distintos discursos, e incluso entre discursos y prácticas-que muchas veces, aunque no siempre, reprodujeron desencuentros entre hombres y mujeres, entre veteranos y jóvenes, incluso entre clases sociales-. Pero tampoco, y es lo que desea resaltar este texto, que los planteamientos y experiencias de ca-tólicas y comunistas posibilitaron una confluencia de intereses en torno a la * Este trabajo se enmarca en el Proyecto GV06/218. 1. Como propone para otra época MiGuel González, Román, «Las culturas políticas del republicanismo histórico español», Ayer, nº 53 (2004), pp. 231-232.
CITATION STYLE
Moreno-Seco, M. (2008). Mujer y culturas políticas en el franquismo y el antifranquismo. Pasado y Memoria, (7), 165–185. https://doi.org/10.14198/pasado2008.7.09
Mendeley helps you to discover research relevant for your work.