El análisis de estados contables no sigue ni puede seguir unas pautas idénticas, inequívocas, asépticas y objetivas. Quizás porque no hay dos empresas iguales ni dos situaciones económicas iguales. Ésa es la grandeza del analista. El analista debe tener muy presente que la información que maneja nunca tendrá una fiabilidad del 100%. La incertidumbre y la limitación de la información disponible son los elementos con los que trabaja. Pero éste no es el único problema o limitación: el analista trabaja para un jefe con un perfil, características y manías. En el seno de una empresa con una cultura organizativa determinada, en un sector de dura competencia y en un entorno impredecible. Y siempre trabajará contra reloj. El analista debe proporcionar al que tome las decisiones en la empresa una información útil, con un coste de tiempo y medios razonables, lo más documentada posible y orientada al uso que de ella se vaya a hacer. No es lo mismo un informe sobre la situación financiera que sobre la rentabilidad; no es lo mismo un análisis para absorber a una empresa que para ser absorbida; no es lo mismo un informe para entrar en nuevos campos de actividad que para negociar con los sindicatos; no es lo mismo un informe para una suspensión de pagos que para pedir una ayuda pública. No queremos decir que hay que manipular el informe; queremos decir que se emplearán las fuentes informativas, los ratios y las técnicas adecuadas para cada fin. Dentro de la información que maneja el analista están aspectos muy variados como magnitudes macroeconómicas, monetarias, legales, fiscales, sectoriales, de la competencia, el entorno social, político, etcétera. Las estrategias y decisiones que
CITATION STYLE
Diaz Llanes, M. (2010). EL ANÁLISIS DE LOS ESTADOS CONTABLES EN UN ENTORNO DINÁMICO Y GERENCIAL DE LA EMPRESA. Revista Universo Contábil, 6(2), 121–140. https://doi.org/10.4270/ruc.2010216
Mendeley helps you to discover research relevant for your work.