JULIO 2013 • VOLUMEN 2-NÚMERO 2 13 países por la estructura de edad de su población y la gran variabilidad en la incidencia y prevalencia de las enfermedades. La disponibilidad de recursos asistenciales es otro elemento que no es extrapolable, debido a que la gama de tratamientos y las instalaciones sanitarias disponibles en cada entorno difieren significativamente. También existen variaciones en la práctica clínica entre regiones que cuentan con las mismas opciones terapéuticas, que, igualmente, pueden hacer variar el análisis de costo-efectividad relativo de cada intervención. A su vez, los incentivos de remuneración en cada país afectan los precios o costos relativos. Así mismo, el emplear valores de utilidad estimados para otros países puede generar inconvenientes para interpretar los resultados en el ámbito colombiano, en especial, porque en el país no existen estimados sobre la utilidad. Varios autores insisten en la relevancia del uso de datos locales y actuales en las evaluaciones económicas, y en la necesidad de indicar los costos unitarios por separado para aumentar la transparencia del análisis 5,6. Aunque en todos los casos es fundamental reportar las fuentes de los datos y los cálculos efectuados para llegar a la información que alimenta el modelo empleado, este proceso de costos incluidos para la evaluación económica no es descrito con amplitud ni en la metodología ni en las tablas de datos del trabajo de Buendía y colaboradores. En general, estos cálculos deben realizarse de forma estándar: el costo de un recurso es el producto de dos elementos, la cantidad total de recurso consumido y el valor monetario de la unidad de dicho recurso (por ejemplo, el costo de una hora de trabajo del profesional de salud, o el costo de un día de estancia hospitalaria). De ahí, el análisis de costos requiere de tres procesos definidos: 1) identificar los recursos: ¿qué uso de los recursos es probable en un programa o tratamiento?, este punto se refiere a listar los recursos por costear; 2) medir: ¿qué volumen de recursos podrían ser usados en un programa o tratamiento?; y 3) valorar: ¿cuál es el valor de los recursos utilizados? 7. El trastuzumab es un medicamento que tiene el precio regulado en Colombia por la Comisión Nacional de Precios de Medicamentos y Dispositivos Médicos (CNPM-DM); en la actualidad, tiene un valor máximo de recobro registrado en la Circular 4 del 8 noviembre de 2012, publicada en el Diario Oficial Nº 48608; en el estudio no hay claridad sobre el uso de esta fuente. Adicionalmente, tampoco se describe el valor del PIB per capita empleado para el análisis, únicamente se hizo referencia dentro de la bibliografía a una consulta en la página oficial del Banco Mundial para el 2012, mientras que en el documento se referencia un ajuste por inflación al 2010. Por todo lo anterior, la metodología genera algu-nas dudas sobre los resultados del modelo para nuestro país, restándole relevancia. Son muchas las limitaciones de basar nuestra evaluación económica en los resultados de las consideraciones hechas en otros lugares, motivo que hace necesario reconsiderarlos y ajustarlos de forma meticulosa antes de extrapolarlos 8-10. En cuanto a la conclusión, el único criterio que usa el estudio para afirmar que el trastuzumab como tra-tamiento adyuvante en cáncer de mama HER 2 positivo no es costo-efectivo en Colombia es la definición del umbral propuesto por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que contempla tres veces el PIB per capi-ta. Sin embargo, al realizar evaluaciones económicas para medicamentos empleados en fases terminales, es necesario considerar elementos de peso que van más allá del costo, ya que en este tipo de escenarios no es aceptable rechazar los tratamientos que demuestran ser capaces de extender la vida solo con criterios de costo-efectividad. Así lo argumenta el National Institute for Health and Care Excellence (NICE), al admitir que en estos pacientes es apropiado financiar el uso de tratamien-tos costo-efectivos que se encuentren por encima del umbral de referencia 11. Incluso, es válido considerar la construcción del umbral a partir del gasto que ya se está asumiendo (terapia tradicional), puesto que, en este tipo de enfermedades, la atención del umbral propuesta por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la OMS (de 1 y hasta 3 veces el PIB per capita) será pequeña. Para tomar estas decisiones, algunos países han comen-zado a definir nuevos umbrales de costo-efectividad; conceptualmente hablando, se trata de precisar qué tantos recursos adicionales está dispuesta a invertir una sociedad en salud y calidad de vida agregados, cantidad que suele definirse utilizando estándares de precios en dólares 12. El costo de la terapia sin trastuzumab en el estudio publicado es de 75.315 dólares (144.898.528 pesos colombianos), lo que tampoco clasificaría dentro de la disponibilidad por pagar tomando como referencia el umbral citado.
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Carranza, H., Vargas, C., Bernal, L., Otero, J. M., & Cardona, A. F. (2013). Análisis económico del trastuzumab en Colombia. Revista Colombiana de Hematología y Oncología, 2(2), 12–14. https://doi.org/10.51643/22562915.339
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