Los conceptos de bitcoin y blockchain los propuso por vez primera vez en el 2008 alguien que usaba el seudónimo de Satoshi Nakamoto, quien también describió cómo la criptología y un libro mayor distribuido abierto pueden combinarse en una aplicación de moneda digital (Nakamoto, 2008). Tras escribir el artículo e intercambiar mails durante dos años con colegas sobre todos los aspectos posibles por analizar respecto a la moneda virtual, Nakamoto desapareció en 2011 (BBVA Innovation Center, 2016). Blockchain, también denominado cadena de bloques, es en la actualidad un concepto extenso utilizado para la representación de todo un nuevo conjunto de tecnologías. Debido a su novedad, hay gran confusión respecto a su definición exacta (Arrasco, 2021). No obstante (Dolader et al., 2017) la conceptualiza, de forma general, como una base de datos la cual puede compartirse entre un gran número de usuarios en forma peer-to-peer. Además, permite que se almacene información de forma ordenada y sin que nunca cambie. Cabe mencionar que, solo si existe un acuerdo entre la mayoría de las partes que intervienen, podrá adjuntarse la información a la cadena de bloques. Es debido a los nodos o «mineros» que se crean nuevos bloques. Estos mineros son nodos de la red que forman parte del proceso de escritura de datos en la blockchain a cambio de una recompensa económica. La misma fuente señala, además, que el proceso que hace posible que se desarrolle un consenso garantizado entre los mineros de la cadena de bloques para el orden de escritura de estos es lo que se ha denominado Proof-of-work (PoW). Entonces, (Arrasco, 2021) resume Blockchain, señalando que es una cadena de bloques informáticos, donde cada bloque contiene información de todo tipo (liquidez, derechos, propiedades, certificados, entre otros.), y estos se van añadiendo uno tras otro agrandando la cadena. Una vez que los datos se introdujeron en la cadena no pueden ser modificados; esto permite que se pueda verificar en el tiempo diferentes transacciones y genera seguridad y confianza en los datos almacenados. Dicha seguridad y confianza hace posible que se pueda realizar diversas acciones sin que se necesite a un intermediario (por ejemplo, un banco) lo que disminuye también el coste de transacción. Por todo ello, la cadena de bloques hace posible que existan cadenas de valor más ágiles, innovaciones de productos más rápidas, relaciones más estrechas con los clientes y una integración más rápida con IoT y la tecnología en la nube (Ahram et al., 2017).
CITATION STYLE
Umpiri, W. Z. (2022). Blockchain y la innovación en las tecnologías. Dataismo, 1(12). https://doi.org/10.53673/data.v1i12.66
Mendeley helps you to discover research relevant for your work.