Se ha observado que el inicio de la pubertad en las niñas se viene produciendo cada vez a edad más temprana, motivando la preocupación de los padres y la búsqueda de atención ante la posibilidad de pubertad precoz. A la actualidad, el diagnóstico de pubertad precoz central (PPC) y pubertad normal de inicio temprano, mantienen puntos de corte cronológicos establecidos hace más de un lustro; esto, a pesar de los cambios seculares descritos en diversas poblaciones del orbe. La importancia de diferenciar un evento fisiológico de uno patológico se enmarca en la necesidad de adoptar una decisión oportuna para iniciar tratamiento con la finalidad de evitar compromiso de la talla final, alteraciones en la vida reproductiva y riesgo de enfermedades a futuro, como las enfermedades cardiovasculares y cáncer de mama en la vida adulta. Por lo tanto, los límites para el inicio de la pubertad, basados en normalidad bioestadística poblacional, no deberían traducirse únicamente en el establecimiento de límites de edad cronológico, debido al riesgo de diagnósticos erróneos. En el presente artículo haremos una revisión de los acontecimientos relacionados a la pubertad en sus formas fisiológicas y patológicas en niñas; presentando los acuerdos y controversias que al respecto se describen en la literatura científica.
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Núñez Almache, O. (2015). Pubertad precoz: no solo una cuestión de edad. Anales de La Facultad de Medicina, 76(3), 277. https://doi.org/10.15381/anales.v76i3.11239
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