China y surge en el año 2019 (1), el cual produce el síndrome respiratorio agudo grave desencadenando una neumonía grave sobre todo en adultos mayores o pacientes que presentan comorbilidad como la obesidad, hipertensión, diabetes. Debido a su creciente diseminación en todo el mundo la Organización Mundial de la Salud la considero como una pandemia el 11 de marzo del 2020" (2). Estamos enfrentando un año muy difícil de lucha contra un virus invisible y devastador, que ha producido la muerte de muchas personas a nivel mundial, entre ellos profesionales de la salud como enfermeros(as) que cuidan de la vida de sus pacientes, los cuales fueron contagiados por la irresponsabilidad e imprudencia de algunas personas que no guardaron la cuarentena, inadecuadas políticas de gestión de las autoridades, logrando que el virus se replicara velozmente e incremente la carga viral, en las calles y hospitales de la región llegando incluso al colapso hospitalario. "Actualmente el profesional de salud, en la lucha contra el coronavirus puede experimentar diferentes problemas, afectando principalmente su salud mental, provocando estrés, síntomas de depresión, ira, insomnio y ansiedad. Estas afecciones a la salud mental no solo tienen un impacto significativo en la calidad de la atención que brinda el profesional sino también afecta sus habilidades en el cumplimiento de sus deberes, siendo necesario e importante proteger la salud mental del profesional de salud"(3).En este sentido las enfermeras permanecemos 12 a 24 horas cuidando y salvando la vida de los pacientes, muchas veces llegando a trabajar hasta el límite de nuestras fuerzas, porque no hay personal, ya que las colegas se contagiaron y están guardando aislamiento, algunas en UCI luchando por sus vidas y otras que partieron al descanso eterno, profesionales que murieron por atender a un paciente COVID 19 positivo. Las enfermeras poseemos profesionalismo, capacitación, entereza y vocación de servicio para brindar una atención de calidad en la búsqueda de su recuperación física y emocional. Pocas veces se reconoce nuestro trabajo sacrificado de horas continuas, durante la jornada laboral no solo como enfermeras asistenciales, también desempeñando el papel de madre, hija y consejera espiritual, sensibles al dolor humano; dispuestas a transmitir fuerza y animo a los enfermos más allá de nuestros propios temores. "El enfermero de hoy posee como principal particularidad la gestión de los cuidados, conservando la vida y reforzando la satisfacción de las necesidades, considerado el principal cuidador durante el proceso asistencial, viéndose involucrado en situaciones estresantes haciéndolo vulnerable a daños físicos o psicológicos" (4). A pesar de la situación adversa como la falta de equipos de protección personal, recarga laboral e incremento de la carga viral en los ambientes de hospitalización que nos expone al contagio; nos alienta saber que estamos unidos, que todos estamos luchando por salvar la vida de nuestros pacientes y que ellos cumplen responsablemente con las normas dictadas por el gobierno para cuidar su salud y el de su familia. A pesar de que parte de la población y autoridades no valoran nuestros esfuerzos, es gratificante escuchar a personas que reconocen la abnegada labor desempeñada, motivándonos a continuar luchando contra esta pandemia. Rev. enferm. vanguard. 2020; 8(2): 29-30 EDITORIAL / EDITORIAL Rev. enferm. vanguard. 2020; 8(2) 29
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Muñoz Aguirre, M. E. (2020). ENFERMERÍA: UNA PROFESIÓN DIGNA Y POCO VALORADA ENFRENTANDO AL COVID 19. Revista Enfermeria La Vanguardia, 8(2), 29–30. https://doi.org/10.35563/revan.v8i2.358
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