La construcción de un estándar de prueba es una elección política o valorativa por la que se determina cuál de los siguientes dos errores en el conocimiento de los hechos se considera más asumible: a) aceptar como verdadero (o dar por probado) lo que es falso, o b) no aceptar como verdadero (o dar por no probado) lo que es verdadero. La manera de formular estándares de prueba objetivos dependerá del esquema de valoración (y por tanto del concepto de probabilidad) que se maneje; en los esquemas matemáticos se formularán cuantificando el grado de probabilidad exigible para probar un hecho, a su vez en los esquemas basados en el grado de confirmación será estableciendo exigencias o grados de confirmación. En suma, Los estándares de prueba se insertan en un proceso de valoración racional, y en consecuencia su papel de guías para la valoración (primero) y de esquemas para la justificación (después) será incompleto si esa valoración y justificación no se acompaña de los criterios racionales exigidos por la confirmación.
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Gascón Abellán, M. (2005). Sobre la posibilidad de formular estándares de prueba objetivos. Doxa. Cuadernos de Filosofía Del Derecho, (28), 127. https://doi.org/10.14198/doxa2005.28.10
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